Opinión, información y artículos
Hoy, 18 de julio
Hace 86 años, un 18 de Julio, este país, sufrió un golpe de estado fascista, que provocó una guerra y abrió la puerta a esa dictadura franquista que llegó hasta 1978, cuando se aprobó la vigente constitución. Hoy, a pesar de la historia inventada por quienes...
fuera placas franquistas de nuestras calles
Apoyamos la retirada de placas que recuerdan las políticas de vivienda del franquismo y nos solidarizamos con quienes se ven ante la justicia por ello. Hemos expresado nuestro apoyo y solidaridad con los dos militantes de la CNT de Zaragoza que, por retirar de las...
Día de homenaje y recuerdo a quienes fueron deportados a campos nazis
El jueves, día 5 de Mayo, coincidiendo con el aniversario de la liberación del campo de Mauthausen, está declarado como el día de homenaje y recuerdo a los/as republicanos y republicanas que fueron deportados y deportadas a los campos de concentración y exterminio...
Simbología Franquista en nuestras calles
La Guerra de España tiene su origen en un golpe de estado militar que fracasa en buena parte del territorio. La defensa del orden legal establecido, la oposición a una dictadura que se va diseñando en el bando franquista a lo largo de la guerra, la lucha por evitar la extensión de los regímenes fascistas, centra la actuación de la República. Cuestiones evidentes y obvias que es preciso repetir, una y otra vez, ante tanto intento de repartir culpas, de mantener posturas poco rigurosas, de defender la tesis del “todos fueron iguales”, del asentamiento en el relato histórico de este país de ideas bonancibles, dúctiles y, sobre todo, tan interesadas.
Para quienes siguen manteniendo posturas similares, nos permitimos reproducir aquí la Instrucción reservada nº 1 del Director del Golpe Militar, General Mola, que establece cual debe de ser la actuación de los golpistas el 18 de julio de 1936: “Se tendrá en cuenta que la acción ha de ser en extremo violenta para reducir lo antes posible al enemigo, que es fuerte y bien organizado. Desde luego serán encarcelados todos los directivos de los partidos políticos, sociedades o sindicatos no afectos al movimiento aplicándoles castigos ejemplares”
Cuando paseamos por la Plaza del Pilar de Zaragoza, es obligado para todo aquel o aquella que desee entender la Historia de esta ciudad, detenerse a leer la placa que rinde honores a los funcionarios públicos del Ayuntamiento de Zaragoza. Funcionarios públicos, personas al frente de servicios y unidades administrativas, mandos de la policía local, fueron asesinados por el mero hecho de serlo. Junto a alcalde, concejales, líderes de los sindicatos, direcciones de los partidos políticos progresistas y de izquierdas. Personas destacadas que ejercían liderazgo social en los pueblos zaragozanos, dirigentes locales, fueron inmoladas por columnas volantes compuestas, en muchos casos, por falangistas y requetés, en cumplimiento de una instrucción que dejaba poco lugar a dudas sobre la actuación de los golpistas.
A pesar de todo, aún existe quien acusa a la Republica de prolongar una guerra perdida, con las consiguientes víctimas. Miserable razonamiento si se tiene en cuenta que el destino de los republicanos estaba reflejado en la legislación de Burgos, en los bombardeos sin objetivo militar en la costa levantina. Como lo prueban las decenas de fusilados tras la guerra, los muertos en las cárceles, los campos de concentración, los batallones de trabajo esclavo, la humillación del vencedor.
Porque el régimen de Franco se levanta sobre la victoria en una guerra civil. Omnipresente, degradante, implantada a sangre y golpe de hisopo…
Quisiéramos oír tan sólo un argumento lógico para mantener en letras de molde los nombres de Mola, el director del golpe de estado, el instigador de tantos asesinatos… el de José Antonio, que presidía desde escuelas e iglesias días de temor y de angustia negra. El de Franco, que firmaba penas de muerte mientras comía chocolate con el arzobispo, varios años después del fin de la guerra..
El del falangista de turno que volvía del frente para hacerse el amo del pueblo, el que se beneficiaba de cargos y prebendas. El de los militares como Monasterio, como Esponera, como Casado, que dirigieron la rebelión y la represión en Zaragoza. No hay un solo motivo para que se mantuvieran calles o monumentos a su nombre. No hay ni un solo motivo para mantener su nombre en calles o plazas que amenacen miedo a los zaragozanos.
Algunas de estas calles han sido retiradas, pero quedan todavía algunas, demasiadas, que hieren la memoria de ciudades y pueblos. Yugos y flechas que nos recuerdan a las “gentes de la hierba mala”, calles dedicadas al dictador, a sus ministros, a sus compañeros del golpe de estado. Gentes y hechos que no merecen estar en nuestro recuerdo sino para advertirnos de los peligros del fascismo… La ley de Memoria Histórica, todavía limitada, insuficiente en sus objetivos, cicatera en sus reconocimientos, debe cumplirse con el rigor necesario. Y las enseñanzas que se derivan de ella, convertirse en parte del relato de nuestra historia.
Un inventario dinámico en actualización permanente
Lo que presenta esta web es un inventario que, en estos momentos, es incompleto y requiere actualización.
Por eso elegimos una web en vez de una publicación. La web nos permite la actualización permanente mientras que la publicación está referida únicamente al momento y tiempo en el que se publica.
Todos y cada uno de los datos que se aportan corresponden a localidades de Zaragoza y Provincia por cuanto hemos contado con el apoyo económico de la Diputación de Zaragoza.
Queremos profundizar en el trabajo e incluir las provincias de Huesca y Teruel y en ello trabajamos. También queremos completar el inventario y reflejar, por eso es dinámica esta web, todas y cada una de las actuaciones institucionales o ciudadanas que modifiquen la situación y hagan retirar de nuestras calles y pueblos la simbología que ensalza y enaltece al franquismo.
Para todo ello necesitamos la colaboración de la ciudadanía. Nos ayudaría mucho que nos llegue la información de todos y cada uno de los espacios públicos que queden en cada una de las calles, plazas o barrios de nuestros pueblos y ciudades.
También, en la otra vertiente del trabajo, es importante que recibamos el dato cada vez que un acuerdo municipal, o una acción ciudadana, consiga retirar cualquiera de los símbolos franquistas que quedan en la actualidad.
Para todo ello estará siempre disponible nuestro correo: fundación@14deabril.com