El jueves, día 5 de Mayo, coincidiendo con el aniversario de la liberación del campo de Mauthausen, está declarado como el día de homenaje y recuerdo a los/as republicanos y republicanas que fueron deportados y deportadas a los campos de concentración y exterminio nazis.

Este reconocimiento oficial, que llegó en 2019, es decir 41 años después de que este país se declarase democrático, debería significar la recuperación de la memoria de estos españoles y españolas. Debería significar darles el lugar que merecen en nuestra historia y en la defensa de las libertades y de la democracia. Su recuerdo y homenaje, ahora que vuelve a estar en auge el fascismo, debería ser la memoria democrática y la advertencia contra el totalitarismo, la intolerancia, el racismo y la xenofobia.

Estuvimos en Ejea, en el acto de homenaje y recuerdo a los/as diez mil españoles y españolas que dejaron su vida, o su salud, en los campos nazis, pero que nunca dejaron de luchar por sus ideales de libertad, que fueron capaces de organizarse en los campos, que dieron ejemplos de solidaridad, apoyo y compañerismo y que nunca dejaron de soñar con la democracia”.

En este día recordamos su paso por los campos de exterminio, su capacidad de resistencia y su compromiso ético con las libertades y los valores democráticos de progreso y justicia social. Los y las republicanos/as que sufrieron la deportación a los campos nazis tienen un lugar en la memoria democrática europea, están presentes en el catálogo universal de víctimas de genocidios y crímenes de lesa humanidad, pero aquí, en su país de origen, a pesar del establecimiento de este día oficial en su memoria, siguen esperando, al igual que todas las víctimas del franquismo, que se haga Justicia, que se reconozca su Dignidad y que se conozca la Verdad.

Hoy queremos señalar que el exilio republicano, al huir del franquismo, no dudó en participar en la resistencia al nazismo y en las luchas y frentes antifascistas europeos. Por eso, más de diez mil de nuestros/as compatriotas, acabaron en los campos de concentración nazis entre 1940 y 1945. Allí, por ser antifascistas y republicanos/as fueron abandonados/as por el régimen franquista, considerados/as como apátridas y sin un lugar al que regresar cuando los/as supervivientes fueron liberados/as. Este país tiene una deuda democrática con ellos y ellas.

Hoy, con profunda emoción y respeto, queremos hacer mención especial de los /as aragoneses y aragonesas que pasaron por el infierno de los campos nazis. Fueron algo más de un millar y de ellos y ellas murieron 651 que no resistieron hasta la liberación. Hoy, una vez más, exigimos Memoria, Verdad, Justicia y Reparación.