Tres más que mueren en el tajo. Tres más que han sido víctimas del incumplimiento de las normas de prevención y seguridad en el trabajo. Tres muertes más que nunca debieron producirse.
Una bodega, de Paniza, municipio zaragozano, les subcontrató para limpiar las cubas. Es algo generalizado en este mercado laboral tan absolutamente indecente que tenemos.
Las empresas externalizan los trabajos más penosos, los subcontratan, sale más barato.
Los trabajadores subcontratados entraron en una cuba sin el equipamiento adecuado, sin que se hubieran medido los gases que había dentro. El resultado ya los sabemos. 3 muertes más que se suman a las otras 10 que ya van este año en Aragón.
Toda nuestra solidaridad con sus familias, compañeros/as y amigos/as.
Pero al mismo tiempo toda la rabia e indignación que provoca saber que estas muertes fueron evitables.
Rabia e indignación añadida por cuanto la Consejera de Economía, Industria y Empleo del Gobierno de Aragón, la máxima responsable de que la normativa de prevención y seguridad en el trabajo se cumpla, la máxima responsable de la protección de trabajadores y trabajadoras en sus puestos de trabajo, se permite decir que «los primeros responsables de su seguridad son los trabajadores».
Vaya forma inaceptable de derivar responsabilidades a las víctimas. Víctimas de los incumplimientos de las empresas y de la inacción de la Inspección de trabajo. Víctimas de este modelo productivo que precariza hasta la muerte.

Hoy hemos participado en la concentración de condena. Hoy hemos reclamado responsabilidades y exigido que se cumplan los planes de prevención y salud laboral. Hemos denunciado la permisividad que hay con las empresas incumplidoras. Hoy hemos gritado ¡¡Ni uno más¡¡ porque ya basta de compañeros y compañeras que mueren en su puesto de trabajo.