«Cualquier persona es capaz de decir, al menos, tres campos de concentración nazis. Muy pocas, apenas nadie, sabe decir al menos uno de los más de 300 campos de concentración que el franquismo montó en este país».
Campo de exterminio de Auschwitz. Foto: Adolfo Barrena
Hoy, como todos los 27 de enero, se celebra el Día Internacional de Conmemoración en Memoria de las Víctimas del Holocausto. El lema de este año, “Sé luz en la Oscuridad”, insiste en el recuerdo y la memoria. Lo hace cuando van quedando menos testigos y testimonios directos de la barbarie y da un toque de atención porque hoy, en 2021, celebramos este día en unos momentos en los que los sistemas democráticos que creemos plenamente asentados y consolidados, están demostrando su debilidad.
Vemos, con preocupación continua el resurgir de viejas políticas, de viejas consignas, que están poniendo en cuarentena derechos que creíamos consolidados. Hoy en día se van abriendo camino, incluso con poderes ejecutivos, maneras de gobernar que cuestionan la igualdad, que practican un revisionismo peligroso de la historia y que ponen en cuestión derechos conquistados.
Creíamos que la historia, el recuerdo, las lecciones aprendidas, eran garantía de no repetir el drama, de no repetir la historia. Parecía que el recuerdo de esa traumática experiencia europea de los millones de víctimas, sería suficiente, pero la realidad es que nuestras democracias están demostrando su debilidad. Hay actitudes y propuestas actuales, de fuerzas políticas con responsabilidades de Gobierno, respaldadas por la ultraderecha, que nos hacen dudar de su compromiso con la no repetición del holocausto.
Este es un día dedicado al recuerdo de todas las víctimas del nazismo, de todos los colectivos que, además del judío, fueron exterminados bien mediante el asesinato directo, bien sometiéndoles al trabajo inhumano de los campos de exterminio. Es un día también para la reflexión. El recuerdo y memoria del holocausto debería servir para tomar conciencia clara de cómo los derechos sociales de amplias capas sociales fueron violados y conculcados por el Estado totalitario nazi de manera sistemática. La justificación fue la protección de los derechos de la raza aria, considerada como la raza superior destinada a tener todos los derechos.
Hoy, nos invocan la patria para reclamar fusilar a la mitad de la población española. Hoy, podemos hacer un pequeño ejercicio para saber cual es el nivel de conocimiento del nazismo patrio. Cualquier persona es capaz de decir, al menos, tres campos de concentración nazis. Muy pocas, apenas nadie, sabe decir al menos uno de los más de 300 campos de concentración que el franquismo montó en este país.
Todos los días, pero hoy especialmente, #SeLuzenlaOscuridad y tomemos el testigo de quienes ya no pueden contarlo. Contémoslo nosotros y nosotras y ayudemos a llenar de luz ese espacio negro y oscuro de la reciente historia europea.
Artículo publicado en Arainfo el 27 de Enero de 2021
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