Los/as compañeros y compañeras del Equipo Arqueológico Forense de Aragón y CHAMA, Asociación Memorialista, han trabajado en la exhumación de una fosa común en Paniza. Buscaban, y localizaron, a dos jóvenes de Cerveruela, localidad próxima a Daroca (Zaragoza). Eran un carabinero de 27 años y un anarcosindicalista de 20, asesinados en 1936 por los sublevados. La intervención, impulsada por las familias con apoyo de la DPZ, rescata una historia de represión y memoria.

A pesar de la Ley de Memoria Democrática vigente, esta intervención, como casi todas las que se han realizado sobre fosas comunes de víctimas del franquismo en los 48 años de democracia, ha sido impulsada por familiares de las víctimas y asociaciones memorialistas. Es verdad que han contado con el apoyo económico de la DPZ, pero la exhumación de fosas sigue sin ser responsabilidad de las administraciones como reclamamos.

La prensa dice que lo que han encontrado en Paniza han sido los restos de «dos represaliados en la guerra civil». No se dice quien los represalió, ni los motivos, ni cual fue la represalia.

Sabemos que fueron asesinados por los franquistas sublevados, por ser defensores de la legalidad republicana además, de ser trabajadores reivindicativos vinculados a la CNT y por defender un mundo más justo, más libre y más democrático.

Tampoco informa la noticia de que las familias de estos dos asesinados fueron, también represaliadas.

No, no fueron represaliados, fueron asesinados y abandonados en una fosa al pie de una carretera, como tantos otros miles de personas que el odio franquista enterró por barrancos y cunetas.

Gracias a los/as compañeros y compañeras que, con su esfuerzo, compromiso y militancia memorialista, han conseguido rescatar dos cuerpos y, con ello, han rescatado otra parte de la memoria.