El pasado día 21, en el Antiguo Salón de Plenos de la Diputación de Zaragoza, se celebró unna interesante charla, seguida de coloquio, en la se habló del papel de la Iglesia Católica en relación con el Golpe de Estado de Julio de 1936, la Dictadura franquista y la Transición.

La Historia nos dice que la Iglesia Católica, desde antes de la sublevación franquista, se oponía claramente al Gobierno de la II República y, en cuanto se produjo la sublevación, se colocó del lado de los golpistas.

De inmediato avaló la sublevación dándole el título de cruzada contra los enemigos de la Iglesia y del orden social. No hay más que leer la carta enviada a los obispos de todo el mundo en la que señalan “ No hay en España más esperanza para reconquistar la justicia y la paz que el triunfo del Movimiento Nacional”. Aquí, en Zaragoza, y aún tiene una calle, el Arzobispo Domenech, escribía en el Heraldo de Aragón (11 de Agosto de 1936) “la violencia no se hace en servicio de la anarquía, sino lícitamente en beneficio del orden, la Patria y la Religión”.

La Iglesia, en definitiva, ha sido un apoyo importante del franquismo al legitimar la sublevación y la causa nacional, monopolizar el sistema educativo y tener un activo papel en el control social y en la represión. A cambio de ello Franco concedió privilegios, muchos siguen vigentes en la actualidad, que se consumaron con la firma del Concordato en 1953.

Desde que se publicaron las primeras Leyes de Memoria Democrática, las derechas se han movilizado contra ellas y han contado con el apoyo de la jerarquía católica que mantiene un discurso claramente contrario a la Memoria democrática.

Para hablar de todo ello contamos con:

M.ª Pilar Salomón, Profesora Titular del Departamento de Historia (Universidad Zaragoza) que desarrolló el tema. «Cruzada y nacionalcatolicismo: la Iglesia católica en la guerra civil y el franquismo».

Luis Arduña, licenciado en Derecho, que habló sobre “Iglesia y Memoria Democrática: Cuando todo depende de quien recuerda”.

Presentó y moderó el acto: Nerea Marin, Diputada de Memoria Democrática de la Diputación de Zaragoza.

El acto estuvo organizado por la Fundación 14 de Abril, el Ateneo Republicano de Zaragoza y la Plataforma de Acción por la Memoria de Aragón y contó con la colaboración del Ministerio de Política Territorial y Memoria Democrática y de la Diputación Provincial de Zaragoza