1. La exhumación de Franco del Valle es una necesidad democrática que tras décadas de gobiernos del PSOE llega extremadamente tarde.
2. En 1958 se inhumaron en Cuelgamuros –sin consentimiento ni información– más de 33.000 cuerpos, convirtiéndose en la fosa común más numerosa del Estado. Una comisión técnica debería dar cuenta de esas víctimas.
3. Es urgente desacralizar el lugar. Estos días, el prior de la Abadía se ha situado en una posición de impunidad que simboliza el gran poder que ostenta la Iglesia Católica en nuestro país. Hay que recuperar la gestión directa del Valle por parte de Patrimonio Nacional y resignificarlo, eliminando la mastodóntica Cruz.
4. Somos el segundo país del mundo en número de desaparecidos/as forzados/as y, por tanto, es urgente planificar exhumaciones de fosas comunes, ampliar la localización del mapa de fosas y establecer un censo de víctimas del franquismo.
5. Desde la imprescriptibilidad de los crímenes de lesa humanidad, nuestras leyes deberían permitir investigar los crímenes del franquismo y declarar nulos los consejos de guerra y sentencias franquistas; además de garantizar la imprescriptibilidad del delito de robo de bebés y la creación de un banco de ADN que facilite la búsqueda y el encuentro entre familias e hijos.
6. Debe considerarse contraria a ley la exaltación del franquismo, por ejemplo, la existencia del ducado de Franco o las actividades de la Fundación Francisco Franco. Así como deben retirarse los reconocimientos de carácter económico a militares, agentes policiales y empleados
públicos del Estado que hayan formado parte del aparato de represión de la dictadura, como es el caso de Billy el Niño.

7. En definitiva, la exhumación de Franco es un hito que llega con 40 años de retraso y para nosotros y nosotras lo fundamental es garantizar los derechos de las víctimas.
¡¡ Memoria, Verdad, Justicia y Reparación ¡¡.