La recién aprobada Ley 20/22, de 19 de Octubre de Memoria Democrática, ya ha entrado en vigor. Uno de sus artículos, concretamente el 7º, señala que el 31 de Octubre, es el día oficial para que, en este país, tal y como señala, se recuerde y rinda homenaje a todas las víctimas del golpe militar, la Guerra y la Dictadura.
Bienvenido sea ese día. Seguro que oiremos, y veremos, alguna que otra declaración institucional que recuerde lo que pasó. Seguro, también, que no veremos nada de aquellos gobiernos autonómicos, ayuntamientos y demás instituciones, en las que gobierna esa mayoría casposa y reaccionaria que ya hace campaña electoral prometiendo derogar esta ley que, a pesar de su tibieza, da un paso más para empezar a saldar esa deuda que este democrático país tiene con su pasado reciente.
No me imagino “perdiendo el tiempo” con estas cosas a esos ayuntamientos que, como el de Zaragoza, mantiene calles dedicadas a depuradores del magisterio, blanquea el franquismo “resignificando” calles y cuyo alcalde se hace fotos en el monumento franquista del cementerio municipal. Tampoco creo que lo hagan quienes siguen defendiendo mantener calles dedicadas a ese pago franquista de la ayuda nazi que fue la división azul, ni a quienes dejan sin desarrollo leyes de Memoria Democrática vigentes.
Tampoco lo hará toda esa cohorte de revisionistas, reescribidores/as de la historia, que propugnan esa equidistancia que blanquea el fascismo.
Así como en el entorno del 20 de Noviembre se anuncian misas de exaltación de un dictador asesino, no he visto ningún signo que indique que vaya a haber un recuerdo de estas víctimas desde ningún púlpito. Al fin y al cabo la Santa Madre Iglesia fue cómplice necesario del régimen y soporte moral del franquismo al que llegó a considerar “salvador” del cristianismo. Recuerden que Franco entraba bajo palio en las iglesias, que la sublevación y la guerra fueron una cruzada y que fue Caudillo por la gracia de Dios.
Quienes trabajamos y militamos en el Movimiento Memorialista nunca hemos dejado de recordar y homenajear a las víctimas del golpe fascista, ni a las que fueron asesinadas nada más producirse, ni a las que siguieron siendo masacradas durante la guerra, ni a las que durante los 40 años que duró la dictadura franquista fueron torturadas y asesinadas por ese régimen genocida que ganó la guerra.
No hemos dejado de recordar a quienes siendo militantes y combatientes de la resistencia antifascista, fueron asesinados/as, por los nazis aliados de Franco, ni a quienes fueron deportados/as a los campos nazis de exterminio, ni a quienes mantuvieron la lucha armada y la resistencia contra el franquismo una vez acabada la guerra y, por ello, fueron perseguidos/as y asesinados/as.
No olvidamos a las miles y miles de personas, muchas de ellas niños y niñas, que se vieron obligadas a partir hacia el exilio como única posibilidad de evitar la tortura o la muerte.
Recordamos, también, a esos miles de bebés robados que fue otra de las violaciones de derechos humanos perpetrados por el régimen franquista.
Pero las asociaciones memorialistas no nos hemos limitado a recordar y homenajear. Hace mucho tiempo, más de estos 42 años de democracia que llevamos, que nuestro recuerdo y homenaje va acompañado de las reivindicaciones de Memoria, Verdad, Justicia y Reparación que es la deuda democrática que España sigue manteniendo con las víctimas causadas por la sublevación, por la guerra y por el régimen que estableció el franquismo.
Bien, en el día oficial para ello, volvemos a recordar y homenajear a las víctimas, incluidas esas muchas todavía pendientes de exhumar, identificar y devolver la dignidad que siguen abandonadas, que no olvidadas, en fosas comunes, barrancos y cunetas o en ese monumento al franquismo que es el Valle de Cuelgamuros, que siguen pendientes de devolución a sus familiares por las mil y una trabas burocráticas y judiciales que ponen nostálgicos/as franquistas.
En este día esperamos que, además de ver y oír las declaraciones oficiales e institucionales que se produzcan, se desarrolle con rapidez la nueva ley, se reglamente lo necesario, se dote con los recursos humanos y económicos suficientes, se aborde un riguroso plan de localización y exhumación de fosas, se lleve la memoria democrática a las aulas y se aplique el régimen sancionador establecido para quienes sigan reivindicando el franquismo, sus personalidades y sus hechos.
Nosotros y nosotras, desde nuestra militancia memorialista, seguiremos, como siempre, aportando trabajo y compromiso y hoy, pero todos los días del año, seguiremos recordando y homenajeando a las víctimas, pero también como siempre, seguiremos reclamando que se haga justicia, que se condene el franquismo, que se denuncie la complicidad de la jerarquía de la Iglesia Católica, que se puedan investigar los crímenes de lesa humanidad cometidos y que la Memoria Democrática, y con ella la Verdad, la Justicia, la Reparación y la Dignidad, tengan menos dificultades y vayan recorriendo el necesario camino para llegar a saldar la deuda democrática que tenemos con las víctimas del franquismo.
Adolfo Barrena
Director Ejecutivo de la Fundación 14 de Abril
Artículo publicado en Arainfo.org el 30 de Octubre de 2022
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