Estuvimos de visita en los trabajos de exhumación en el cementerio de Ejea de los Caballeros, donde se estima que fueron enterradas más de 180 personas asesinadas por el franquismo en 1936.
Se trata de la mayor fosa común de Aragón documentada hasta la fecha, aunque realmente es una sucesión de fosas a las que fueron arrojadas las personas asesinadas en diferentes sacas durante varios meses de 1936, en los primeros momentos de la sublevación y en los primeros meses de guerra.
Este acto de justicia democrática; impulsado por la Asociación Memorialista Batallón Cinco Villas, se hace bajo la dirección de técnicos, arqueólogos e historiadores del Equipo Arqueológico Forense de Aragón y cuenta con el apoyo económico del Ayuntamiento de Ejea, de la Diputación de Zaragoza, y de la Federación Española de Municipios y Provincias.
En estas fosas podrían encontrarse personas procedentes de toda la comarca de las Cinco Villas, de localidades de la Ribera del Ebro, de la zona de Tarazona-Moncayo o de poblaciones de Soria y Navarra ya que los datos señalan que en la Cárcel de Ejea estuvieron detenidas 501 personas de las que, al menos, 365 fueron “sacadas” y asesinadas.
La represión franquista comenzó asesinando a quienes ocupaban cargos públicos, seguida de los líderes sindicales, de quienes se mostraban partidarios/as de la República y de quienes no apoyaban a los sublevados. Los vencedores, en muchos casos, se apropiaron de sus bienes, tierras y viviendas. Las mujeres, especialmente, padecieron durante años el hambre, la miseria y la humillación.
Más de 60 familias han entregado muestras de ADN con la esperanza de poder identificar a sus seres queridos enterrados arrojados en a la fosa.
La memoria democrática no es solo una cuestión del pasado, sino una tarea urgente del presente y una responsabilidad hacia el futuro. No vamos a detenernos hasta que todas las víctimas del franquismo reciban verdad, justicia y reparación.
Seguimos y seguiremos defendiendo el derecho a la verdad frente al olvido, y el derecho a la justicia frente a la impunidad. Esta fosa es un símbolo de lo que nunca debe repetirse, Reafirmamos nuestro compromiso con las políticas de memoria, con las Asociaciones Memorialistas y con el acompañamiento a las víctimas y sus descendientes.
Memoria, Verdad, Justicia, Reparación y Derecho a No Repetición


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