Esta mañana la gente ha seguido disfrutando de esa novedad que es la nieve, aprovechando las escasas veces que nieva en Zaragoza.
En la ribera del Ebro, seguro que en otros espacios de la ciudad también, había gente que se había calzado las tablas, empuñado sus bastones, y aprovechaba para esquiar. Había niños y niñas que habían sacado sus trineos o que, sin más que sus ganas de juego, se deslizaban y revolcaban en la nieve.
Nuestro presidente, Sr. Lambán, nos dice y difunde a través de twitter que la nevada que nos ha traído la borrasca Filomena viene a certificar que no desaparecerá la nieve. Se le ve el plumero al Sr. Lambán. Es una afirmación interesada y sesgada puesto que, como todo el mundo sabe, nuestro presidente es un impenitente defensor del negocio del esquí. No solo del que tiene que ver con deslizarse ladera abajo, sino con el inmobiliario, el que llena el Pirineo de hoteles, urbanizaciones y ladrillos, como así demuestra claramente su empeño con enladrillar el valle de Castanesa.
Seguro que si el Sr. Lambán ve a la gente esquiando y a niños y niñas deslizándose con trineos por la ribera del Ebro, empezará a pensar, con la lógica que destila en sus afirmaciones, que puede ponerse una estación de esquí al lado mismo de la Plaza del Pilar. Porque, como no hay cambio climático, ha nevado un día, y un día hay nieve, la falta de nieve está descartada. Ya vendrán más borrascas.
Creer que, porque un día cae nieve para justificar el sector de la nieve es tan estúpido, y tan oportunista, como defender el trasvase porque un día hay riada en el Ebro.
El poco nivel de seriedad de las afirmaciones de nuestro Presidente obvian que el hecho de que haya una nevada fuerte, como la vivida, no es una nevada sin más. “Filomena” es consecuencia, y efecto, del ese calentamiento global que produce tormentas puntuales como esta al igual que provoca olas de calor y aumenta los períodos de sequía.
Más allá del ínfimo nivel científico de sus afirmaciones, sorprende que nuestro Presidente, ante los efectos de esta fuerte nevada; no piense en la gente sin techo, que la hay; no diga nada de la gente incomunicada en sus pueblos, que la hay; de las carreteras impracticables que pueden provocar problemas de abastecimiento, o de traslados a los hospitales, o que pueden dificultar la logística de las vacunas del COVID, que tienen que llegar a los lugares donde hay que ponerlas; de las comunicaciones por ferrocarril, cortadas también.
No., nada de eso.Habla de la nieve y lo hace en un burdo intento, más propio de “cuñaos”, de dar una colleja a quienes defienden las montañas, a quienes se oponen al desarrollismo que se lleva por delante valles enteros, a quienes avisan del cambio climático y reclaman un nuevo modelo de desarrollo.
No se los datos de los que dispondrá el Sr. Lambán para hacer las afirmaciones que hace. Los datos, absolutamente certificados y constatados, dicen que los glaciares del Pirineo, por el cambio climático y la falta de nieve, tienen los días contados. Es una evidencia, contrastada y certificada por la ciencia, el aumento de la temperatura de la tierra.
En otro desafortunado tw, Lambán, se sitúa en la equidistancia sobre “negacionistas” y “fundamentalistas” sobre el cambio climático. En este tema la equidistancia no es más que la banalización de un grave, y serio, problema que nos afecta a todas y todos. La comunidad científica, mundial que incluye la aragonesa, no son “fanáticos/as”, ni “poseedores/as de la verdad absoluta” como cita el presidente aragonés. Aceptar lo demostrado, ampliamente, por la ciencia no es ser “fanático/a, es ser racional y tener sentido común. Poner al mismo nivel la ciencia que el negacionismo es más propio de una conversación de barra de bar que de una persona con responsabilidades de gobierno.
Finalmente, siguiendo con el despropósito, el presidente de Aragón afirma que la lucha contra el cambio climático ha sido una prioridad de su Gobierno. No puede hacer esta afirmación quien banaliza con el calentamiento global del planeta.
Con el cambio climático y el calentamiento global no es posible la equidistancia, o se entiende o se niega. No vale, en esta cuestión, el “trumpismo”, ni vale anteponer la economía a la protección del planeta.
El Sr. Lambán, con estas afirmaciones contradice su compromiso con la lucha contra el cambio climático y demuestra que “sus compromisos ambientales” y sus apuestas por los “desarrollos sostenibles” no son más que coletillas oportunistas que “cuela” en sus discursos pero que, actuaciones como las que pretende en el valle de Castanesa, con un teleférico en el valle de IP, o su apuesta por las macrogranjas del sector porcino, contradicen.
Adolfo Barrena
Artículo publicado en Arainfo el 10-01-2021
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