La historia es conocida. El 12 de Diciembre de 1930 los Capitanes Galán y García se sublevaron, en Jaca, contra el régimen monárquico. Eran los tiempos de la «dictablanda», consentida por Alfonso XIII, del General Berenguer.

La sublevación fracasó y Galán y García fueron fusilados el domingo 14 de Diciembre de 1930, en Fornillos, un polvorín del ejército. Los asesinó un régimen caduco que estaba a punto de desaparecer, pero que como hacen las dictaduras, murió matando. Fueron condenados por un Consejo de Guerra en el que, entre otros, estaba ese golpista llamado Francisco Franco que, unos años después, en 1936, encabezó el golpe fascista contra el legítimo Gobierno de la II República.

Hace ya 92 años que Galán y García fueron fusilados. Ayer les recordamos con el orgullo de ser, como ellos, republicanos y republicanas.

Ayer recordamos a quienes, por creer en la República, como régimen de libertades, fueron asesinados. Galán y García, con su vida y su sangre, abrieron el camino a la II República que, con el voto libre y democrático de la ciudadanía, llegó 4 meses después. La jornada empezó en el Cementerio de Huesca, en las tumbas de los capitanes, recorrimos los lugares por donde la sublevación intentó llegar a Huesca (Cillas, Ayerbe…) y ya en Jaca, ante el monolito erigido en su memoria por el Ayuntamiento, hicimos el homenaje.

Galeano dijo: «La memoria no pierde lo que merece ser salvado». Por eso, porque tenemos memoria, no perdemos el recuerdo de quienes, como Galán y García, sacrificaron todo por la democracia.

¡¡Salud y República¡¡