Ayer, en una sala abarrotada, compartimos con una charla sobre las pensiones.
Una primera cuestión que quedó muy clara es que, lejos de lo que se empeñan en decir, las pensiones dignas son una cuestión política y no técnica. Es una decisión política la que establece como se redistribuye la riqueza y, hoy por hoy, quienes gobiernan este país, han decidido que el reparto de la riqueza no llegue a pensionistas y jubilados.
No es cierto que no haya dinero para ellas. Hay ejemplos claros de que las cosas pueden hacerse de otra manera, pero volvemos a hablar de decisiones políticas. Es una decisión política la que puede hacer que los millones de € que van a la Iglesia, a la Casa Real, a rescatar autopistas, a comprar armamento, a las misiones militares en el extranjero, a bonificar los planes de pensiones privados… vayan, vía presupuestos generales del estado al gasto público en pensiones.
Es una decisión política la que puede derogar las reformas laborales. Esas reformas del PSOE y del PP que han conseguido un empleo basura y precario, con salarios de miseria y con cotizaciones sociales absolutamente insuficientes porque, además, van acompañadas de exenciones de cotizaciones sociales a las empresas.
Es una decisión política la que puede acabar con la economía sumergida, con los/as falsos/as autónomos, con los/as falsos/as becarios/as, con las medias jornadas de contrato pero que son jornada completa obligada.
Es una decisión política la que puede hacer que el gasto público en pensiones en este país llegue al gasto medio de la Unión Europea.
Es una decisión política la que puede hacer que se cumpla el Pacto de Toledo que recoge la obligación de actualizar las pensiones al IPC, la obligación de garantizar un sistema público de pensiones dignas y que recoge la obligación de que las pensiones no contributivas se financien con los presupuestos generales.
Como vimos hay posibilidad de resolver el problema. Por ello debemos seguir la movilización, debemos hacer ver que es un problema intergeneracional, que no es un problema de los/as pensionistas. Es de toda la sociedad porque nos jugamos el futuro.
No debemos caer en el miedo que nos quieren meter en el cuerpo. El sistema público de pensiones es viable. Nos dicen que no, que habrá tantos y tantas personas dependiendo de una pensión que el sistema reventará. Ello forma parte de la estrategia del sistema, sistema capitalista, no olvidemos, que quiere que la banca haga negocio con los planes de pensiones privados. Por eso animan a la gente a que, el que pueda claro está, haga un esfuerzo para ahorrar y hacerse un plan privado. Lo que no dicen es que con los planes de pensiones privados, como siempre, es la banca quien gana. Cuidado con ellos. Tú plan de pensiones lo gestiona un banco que hace negocios y especula con tu dinero. Son tus ahorros los que corren el riesgo. Si hay ganancias a tí te dan unas migajas (2-3 o como mucho 5%) si hay pérdidas es tu dinero quien las sufre.
Tampoco debemos centrar la lucha en la subida del IPC. Ello puede dar unos € más al mes, pero no soluciona el problema. Seguirá habiendo pensiones de miseria y si no se resuelven los otros problemas que citamos no hay nada seguro para futuros/as pensionistas.
Debemos seguir la movilización, una movilización unitaria, que aglutine todas las luchas. Una movilización en la que Plataformas, Organizaciones cívicas, Sindicatos de Clase, Partidos Políticos y la ciudadanía defendamos nuestros derechos y libertades que, cada vez con más fuerza, el PP, la derecha, los poderes económicos y mediáticos nos están arrebatando.
Una tarde interesante en la que tuvimos el lujo de contar con Eduardo Garzón al que agradecemos su presencia al igual que damos las gracias a Manuel Fernández Minaya por sus fotografías
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