En Garrapinillos la vida política tiene un toque de histrionismo. Desde el golpe militar franquista que asesinó al alcalde, Paulino Navarro (mencionado en el memorial de la plaza del Pilar) y algunos vecinos más, hasta la caída del concejal y teniente de alcalde socialista (ex alcalde del barrio), Antonio Becerril, por su relación con la corrupción destapada en La Muela, en 2009.
Pero seguramente, la historia más rocambolesca es muy desconocida. Tras entrar en vigor la Ley de Memoria Histórica, los municipios españoles debían proceder a la sustitución de los nombres de aquellas calles que rendían culto al franquismo o alguno de sus adalides.
El Ayuntamiento de Zaragoza, regido en 2009 por el PSOE, llegó a un acuerdo para cambiar el nombre de 43 calles. Entre ellas estaba la calle José Antonio, en Garrapinillos. Fue la única de las 43 que aún no ha cambiado su nombre, sino que lo ha empeorado.
El nombre propuesto para su sustitución era el de la monja pintora e hija adoptiva de Zaragoza, Isabel Guerra Peñamaría que, aunque no tenía relación con Garrapinillos, sí introducía una nota femenina en el callejero garrapinillense. Su cambio estaba tan adelantado que webs como Callejero.net, aún la mencionan.
El Presidente de la Junta Vecinal de Garrapinillos de entonces, que sigue siendo el mismo de ahora, el socialista Mariano Blasco, se quejó del cambio de nombre (tal vez presionado por algún vecino). Debió alegar ante el Ayuntamiento que el nombre de esta calle no se debía al fundador de Falange, sino a un padre llamado José y su hijo llamado Antonio que habían vivido en aquella calle. Y coló.
Y así se rotuló. O algo peor. Porque ahora se llama calle José Antonio (padre e hijo). Y nos podemos preguntar: ¿siendo padre e hijo y apellidarse igual no podría haberse rotulado José y Antonio Sánchez, vecinos de Garrapinillos? Alguien tapa, cada poco, lo de (padre e hijo).
Así que ahora tenemos una calle en Zaragoza en honor a la Trinidad falangista: José Antonio padre e hijo… y espíritu de Primo de Rivera, después de 40 años de Transición que parece inacabable.
P.D.: Garrapinillos aún mantiene el memorial a José Antonio Primo de Rivera y los vecinos que “cayeron por la patria” en la fachada de la iglesia que da a la plaza de España.
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